domingo, 7 de noviembre de 2010
«Me voy, pero no me voy»
domingo, 7 de noviembre de 2010 por Ángel Rafael MARTINEZ ALARCÓN
«Me voy, pero no me voy»
Por: Ángel Rafael Martínez Alarcón
El próximo 18 de mayo se conmemora el 90 aniversario del nacimiento del papa Juan Pablo II. Antes, este Viernes Santo, 2 de abril, recordaremos el quinto aniversario de su regreso a la casa del Padre, el primer quinquenio de su partida. Como él mismo profetizó en su última visita a nuestra patria: «Me voy, pero me quedo con ustedes».
Juan Pablo II es hijo predilecto de la Virgen María. Desde su nacimiento, siempre le acompañó en su vida personal y sacerdotal y, de una manera muy especial, en su largo pontificado de 27 años. Quién no recuerda que el atentado en su contra fue perpetrado un 13 de mayo, en las festividades de la Virgen de Fátima. Sería muy largo enumerar cada de unos de las acciones marianas a favor del Santo Padre.
E en octubre de 1978, el cardenal Karol Woltyja subió a la barca de Pedro tomando en nombre de Juan Pablo II, en memoria de su antecesor que sólo encabezó la Iglesia por espacio de 33 días (Alégrate 218, pág. 6) siendo el primer papa en los últimos 500 años de la Curia romana que no es de nacionalidad italiana. El nuevo sucesor de Pedro procedía de la Polonia comunista pro-soviética, todo un acontecimiento para el mundo tanto cristiano como para el bloque de naciones de la órbita soviética. Victima también de la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial, la república de Polonia era la única católica, del mundo pro-soviético desde fin de la Segunda Guerra Mundial.
Una de sus tareas como sacerdote, obispo, cardenal y papa fue trabajar con y para los jóvenes. Ya como sucesor de Pedro convocó a la primera Jornada Mundial de la Juventud, dentro del marco de las actividades de la Semana Santa, del 31 de marzo al 7 de abril de 1985, decretado Año Internacional de la Juventud por la Organización de Naciones Unidas. En cada unas de las naciones que visitaba el Sumo Pontífice siempre había un motivo especial para reunirse con los jóvenes.
Buenos Aires, Santiago de Compostela, Czestochowa, Denver, Manila, Loreto, Paris, Roma Tor Vergata, entre otras, han acogido todas las actividades de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Millones de jóvenes hemos sido testigos de dichas jornadas. Sería muy largo enumerar cada una de las acciones emprendidas durante su pontificado. Juan Pablo II fue un hombre de su tiempo que vivió plenamente cada una de las promesas evangélicas, siempre al servicio del otro.
Al iniciar la presente década, Juan Pablo II se enfrentó con las enfermedades propias de su longevidad y las secuelas del atentado del 13 de mayo de 1981. Hubo eco al interior y fuera de la Iglesia de que era necesario su renuncia al cargo. Situación que el derecho canónigo no ha legislado. El mismo Juan Pablo no aceptó dicho posibilidad y, al contario, dijo que Jesucristo nunca se bajó de la cruz. En sus últimas apariciones públicas en las celebraciones de la Semana Santa de 2005, su sufrimiento era evidente.
La Cuaresma de 2005 estuvo marcada por la larga agonía sufrida por el Sumo Pontífice, que nunca renegó del sufrimiento ni de la Cruz. Gracias a la magia de la televisión mundial, se siguió cada una de las respiraciones del anciano papa. Juan Pablo II, el papa que llegó a romper muchas records también en la teleaudiencia.
El amado papa fue llamado a Casa el sábado 2 de abril, en la octava de Pascua, ya en las vísperas del segundo domingo de Pascua, dedicado a la Divina Misericordia, una de las devociones de las cual era un ferviente admirador.
Los millones que asistieron físicamente en el funeral de Juan Pablo II lo aclamaron «Santo Súbito», es decir, «santo pronto». Durante las exequias de dieron estas cifras: concelebraron 157 cardenales, 700 arzobispos y obispos, 3 mil prelados y sacerdotes, 300 distribuyeron la Comunión, 159 delegaciones extranjeras, 10 soberanos, 59 jefes de Estado, 3 príncipes herederos, 17 jefes de gobierno, 8 vicejefes de Estado, 6 viceprimeros ministros, 4 presidentes de Parlamento, 12 ministros del exterior, 14 ministros, 24 embajadores, 10 entre presidentes, directores generales, secretarios generales y presidentes de organizaciones internacionales, 23 delegaciones de Iglesias Ortodoxas y Ortodoxas Orientales, 8 Iglesias y comuniones eclesiales de Occidente, 3 organizaciones cristianas internacionales, 17 delegaciones de religiones no cristianas y organizaciones para el diálogo interreligioso, delegaciones y exponentes del judaísmo y más de tres millones de fieles se presentaron en Roma para darle un adiós al amado Juan Pablo.
http://www.arquidiocesisdexalapa.com/component/content/article/1010
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